En el quinto semestre de preparatoria, en la clase topografía, hicimos un viaje a la comunidad indígena de San Antonio Anecúa en Ensenada, para realizar una practica.
Unos días antes del viaje, el profesor nos advirtió que no toleraría indisciplinas durante la practica, y que el único descanso seria para comer.
Durante el viaje de ida, todos dormían ya que era temprano y el viaje era un poco largo, aproximadamente unas dos horas.
Al llegar a Anecúa, el profesor dijo que podíamos recorrer el lugar en lo que se acomodaban todas las cosas, que la practica iniciaría a las 12.
Se dieron las 12 y todos regresamos, pero el profesor dijo que era hora de comer, que empezáramos a preparar la carne, y que los demás podían seguir jugando.
Una vez lista la comida, todos regresaron y mientas comíamos el profesor menciono que ya no habría practica, que podíamos hacer lo que quisiéramos, siempre y cuando no dijéramos que no hicimos nada en el viaje.
Terminando de comer, y seguimos jugando, inclusive un compañero se rompió el labio tratando de atrapar la bola.
De regreso a Tijuana, todos empezamos a cantar y le agradecimos al profesor por no hacer nada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario